En una jornada donde los pensamientos y las oraciones del mundo del futbol están puestos en el complicado estado de salud de Edson Arantes Do Nascimento "Pelé" que, al parecer dejó de responder al tratamiento que se le está aplicando para combatir una infección respiratoria que lo tiene en el hospital desde hace algunos días, arrancó la fase de octavos de final del mundial de Qatar 2022. Argentina y Países Bajos, no sin alguna complicación, hicieron buenos los pronósticos y se han citado el próximo viernes para enfrentarse por un boleto a la semifinal.
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Países Bajos 3-1 Estados Unidos. No hubo sorpresas.
Estados Unidos mostró un extraordinario nivel de juego en la fase de grupos: Compacto, intenso, buscando la portería contraria, y con destacadas actuaciones de Pulisic, Weah y Mckinney. De esta manera habían complicado a Gales e Inglaterra y pudieron ganarle a Irán. La cuestión con el equipo de Berhalter era el gol, porque tuvieron poca pegada y por eso complicaron su pase.
Países Bajos, por su parte, haciendo solo lo necesario, superaron con algún contratiempo a Senegal, sufrieron con Ecuador y derrotaron sin problemas a Catar. Buscando recuperar la pelota y aprovechar la explosividad de Dumfries, Depay y Gakpo para encontrar portería rival. Así juegan, así avanzaron.
Y así también encaminaron muy rápido el camino rumbo a los cuartos de final. Estados Unidos intentó arrancar con la misma intensidad con la que lo había hecho en sus tres partidos anteriores, pero muy pronto Países Bajos pudo recuperar un balón, contragolpear y, al minuto 10, una diagonal retrasada de Dumfries, que llegó bien al callejón del área, encontró solo a Memphis Depay, quien, sin resistencia, envió un potente disparo que venció a Turner.
Era la primera ocasión que Estados Unidos estaba por debajo en el marcador y una buena prueba para la plantilla más joven de la justa mundialista, y les costó mucho trabajo reaccionar. Países Bajos les cedió la iniciativa, esperando recuperar un balón y matarlos con un contragolpe. Era el momento de Mckinney y Pulisic, pero ninguno encontró la llave. No aparecía el ritmo de la primera fase.
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La situación se puso aún más cuesta arriba para el conjunto norteamericano cuando Dumfries volvió a encontrar espacio en la banda derecha y, en una copia casi exacta del primer gol, metió otra diagonal retrasada que encontró a Blind para anotar el segundo gol Neerlandés y les dio tranquilidad para enfrentar el segundo tiempo.
Estados Unidos mejoró en el complemento. Ahora sí parecieron recobrar la memoria y se acercaron mucho más a la portería rival, claro, con el consentimiento de los neerlandeses. Pulisic comenzó a tomar protagonismo, Gio Reyna ingresó al campo y se hizo notar, y Weah tuvo algunos tímidos acercamientos a la portería rival, pero no llegaba el gol. Finalmente, un centro de Pulisic que desvió extrañamente con el tacón Wright, se anidó en la portería europea. Un gol muy extraño, pero que devolvió la vida al equipo norteamericano.
Con ese gol, Países Bajos subió las revoluciones y puso de nuevo tierra de por medio cuando Daley Blind devolvió la cortesía a Dumfries y le tiró un centro que el volante neerlandés remató con gran técnica para poner el 3-1 definitivo.
Argentina 2-1 Australia... De la mano de Lio Messi.
¿Qué tuvo que pasar para que Argentina terminara sufriendo un partido que dominaba con tranquilidad y que tuvo que haber terminado goleando?
En una buena noche de Lionel Messi, Argentina dominó a un conjunto australiano disciplinado, bien parado, y que supo poner en problemas a la albiceleste. Mcallister y Julián Álvarez se afianzaron como titulares en una tarde donde el conjunto argentino tuvo que prescindir de Di María, y vaya que lo extrañaron.
Un partido que (otra vez) les costó abrir. Porque los australianos cerraron todos los espacios y complicaron muchísimo al aparato ofensivo de los sudamericanos. Messi lo intentó por un lado y por otro, pero el resultado fue el mismo; el mismo hasta que el genio argentino se hizo un resquicio en una baldosa y abrió el ostión: Pelotazo filtrado de Mcallister al área, el balón no alcanza a ser controlado por Otamendi y le cae a Messi, que amagó y disparó entre tres defensas australianos. Ryan no alcanzó a ver el balón y cuando se aventó fue muy tarde. Argentina lo ganaba 1-0.
Australia reaccionó un poco en el segundo tiempo y salió a buscar a una Argentina bien ubicada, que solo se vio asustada en un balón que Otamendi dejó muy lejos de "Dibu" Martínez y Leckie casi los madruga. Pero el disparo del australiano no encontró portería y el partido continuó 1-0.
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Cuando al partido no le pasaba absolutamente nada, llegó uno de los grandes errores del mundial. La defensa australiana retrasó un balón que el arquero Ryan decidió controlar en lugar de despejar. Rodrigo de Paul fue a apretarlo, y en el recorte, apareció Julián Álvarez para puntear el balón y anotar el 2-0 ante la desesperación de la zaga australiana.
Todo parecia consumado. Scaloni empezó a mover sus piezas y envió al campo a Lautaro Martínez, a ver si ya despertaba la gran figura del Inter de Milán. Australia dio dos pasos hacia el frente y comenzó a preocupar un poco a los argentinos. Argentina tampoco renunciaba al ataque y el partido empezó a hacerse de ida y vuelta.
En una jugada fortuita, Enzo Fernández desvió un disparo de Goodwin. El desvío dejó fuera de la jugada a Emiliano "Dibu" Martínez y al resto de la defensa y el balón terminó en el fondo. Gol que metía a los australianos de lleno en la pelea. Tan solo unos minutos después, Behich tomó el balón en la banda izquierda, gambeteó y se quitó a media defensa albiceleste, y justo cuando se disponia a disparar apareció providencial Lisandro Martínez para desviar el tiro. El primer susto para los campeones de América.
A partir de ahí Lio Messi se hizo cargo. Tomó el balón e hizo jugar al resto de sus compañeros, a tirar del carro vamos. Tres veces puso a Lautaro Martínez de cara al gol. Las tres veces Lautaro desperdició oportunidades claras frente al arco de Ryan. No las trae el goleador neriazzurri.
Cuando el juego agonizaba, Garang Kuol, que había entrado de cambio unos minutos antes, se encontró solo en el área tras una serie de rebotes. El australiano sacó un potente disparo que los Socceroos ya cantaban como gol, pero "Dibu" Martínez apareció con una atajada que puede valer un mundial, porque cada ronda que Argentina pueda avanzar ellos se acordarán de esta gran atajada.
Argentina enfrentará a Países bajos el próximo viernes a las 13:00 hrs en un juego que seguramente será el más complicado que habrán enfrentado en este mundial. Un juego que tiene tintes de revancha después de lo ocurrido en las semifinales de Brasil 2014 cuando Argentina eliminó a los neerlandeses en penales. Partidazo.
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